sábado, 29 de diciembre de 2018

Sobre el pensamiento original


“No estoy seguro de que yo exista, en realidad. Soy todos los autores que he leído, toda la gente que he conocido, todas las mujeres que he amado. Todas las ciudades que he visitado, todos mis antepasados…”
-Jorge Luis Borges

Sobre el pensamiento original he de decir que no soy principalmente uno de los sujetos indicados para ello, toda mi ontología, visión del mundo, pensamientos respectos de las cosas han sido formulados previamente por filósofos y líderes de opinión a los que considero en alta estima, obviamente esto no me hace inevitablemente caer en el dogmatismo absurdo de pensar que dichos líderes no cometen errores y que están limpios de todo pecado, principalmente debido a que respeto sus pensamientos es que no puede volverme un sectario de ellos y así también ejerzo la crítica activa a sus visiones y teorías respecto de hechos. Siempre que leo un artículo académico reviso si no existen fallas en su metodología, en sus conclusiones, en sus experimentos, en su criterio de cientificidad, etc. No tomo el dogma sino la duda metódica como arma para comprender el mundo, obviamente he caído (y plausiblemente seguiré cayendo) en sesgos estúpidos por defender posiciones extravagantes que no viene al caso contar. He sido siempre alguien pasible a caer en defensas absurdas y demás, pero aun así creo que mi pensamiento crítico ha mejorado con el tiempo debido a la madurez que proporcionaron las experiencias amargas y a la nueva cosmología que defiendo. Fuera de toda crítica razonable creo que mi sentido crítico es superior al promedio, aunque, a costas de mi ego, he de admitir que mi capacidad de ejercer la creatividad es mediocre y muy normal, aunque tengo esperanzas de que mejore a futuro. Si bien se podría decir que el pensamiento que esgrimo es único en rasgos peculiares, su mayoría ya fue defendida por varios expertos antes que yo, es decir, mi pensamiento no es original, sino que en el mejor de los casos es una amalgama que crítica y toma prestado de las posiciones filosóficas y científicas que me precedieron. He de decir que estoy junto a Marx cuando dice “el hombre se hace a sí mismo” debido principalmente a que la evidencia demuestra eso, la principal muestra es que las revoluciones sociales de los modos de producción y las relaciones sociales de producción siempre fueron previas a las revoluciones educativas, no quiero empezar con toda la defensa de la reciprocidad organismo-ambiente psíquica porque no estamos para eso, pero para una defensa de ello puede verse “genes, organismo y ambiente” de Richard Lewontin, un biólogo muy citado en mi blog. El pensamiento original radical parece ser imposible para cualquier cuya meta final del pensamiento sea el alcance de la verdad, porque si bien ahora mismo se me ocurren varios pensamientos originales ninguno de ellos está cerca de una verdad objetiva, por tanto el pensamiento original intelectualmente honesto no debe ser radical sino construido en base a cimientos previamente establecidos, el problema es que dichos cimientos parecen ser de orden sistemático. Como bien señalaría Engels, el mayor aporte marxista a la antropología fue la ley que determina que los modos de producción y que las necesidades materiales básicas de los pensadores determinan el pensamiento de éstos (estadísticamente hablando) el problema es que eso también se interrelaciona con lo esgrimido por Marx anteriormente, el hombre se hace a sí mismo y su desarrollo intelectual no puede ser sostenido únicamente en base a explicaciones sociales sino que también se lo tiene que tener en cuenta a él mismo, además de sus problemas biológicos como pueden ser los problemas en la maquinaria cognoscitiva señalados por Daniel Kahneman o la influencia de la neurobiología de las emociones en la estructuración de la sociedad señalada por Antornio Damasio problemas biológicos que se interrelacionan con la sociedad dando lugar a un fenómeno triplemente complejo y del cual estoy seguro no he explicado ni una primera parte, pero esto no es materia de esta entrada. La quid de la cuestión aquí es principalmente resolver la duda de si existe en sí el pensamiento original, existe en dos formas: la radical y la moderada. La forma radical es regresiva al conocimiento científico y su defensa sería un dogma cuando no terminaría en el ingreso a un pabellón psiquiátrico. La moderada se basa en los cimientos construidos por otros pensadores para formular preguntas y soluciones reales y plausibles, nótese que aquí la forma de pensamiento más cercano a una búsqueda sincera de la verdad parece ser cercano a las ciencias, al admitir el orden reformista de la misma, en lugar de que existan revoluciones del pensamiento existen reformas del mismo.   


Y bueno aquí va otro blog de la reciente seguidilla porque encontré más tiempo por vacaciones, además no tengo internet y todo el tiempo que estoy en la computadora lo gasto escribiendo así que quizás siga con esto, quién sabe.

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