“No estoy seguro de que yo exista, en realidad. Soy todos
los autores que he leído, toda la gente que he conocido, todas las mujeres que
he amado. Todas las ciudades que he visitado, todos mis antepasados…”
-Jorge Luis Borges
Sobre el pensamiento original he de decir que no soy
principalmente uno de los sujetos indicados para ello, toda mi ontología, visión
del mundo, pensamientos respectos de las cosas han sido formulados previamente
por filósofos y líderes de opinión a los que considero en alta estima, obviamente
esto no me hace inevitablemente caer en el dogmatismo absurdo de pensar que
dichos líderes no cometen errores y que están limpios de todo pecado,
principalmente debido a que respeto sus pensamientos es que no puede volverme
un sectario de ellos y así también ejerzo la crítica activa a sus visiones y
teorías respecto de hechos. Siempre que leo un artículo académico reviso si no
existen fallas en su metodología, en sus conclusiones, en sus experimentos, en
su criterio de cientificidad, etc. No tomo el dogma sino la duda metódica como
arma para comprender el mundo, obviamente he caído (y plausiblemente seguiré
cayendo) en sesgos estúpidos por defender posiciones extravagantes que no viene
al caso contar. He sido siempre alguien pasible a caer en defensas absurdas y demás,
pero aun así creo que mi pensamiento crítico ha mejorado con el tiempo debido a
la madurez que proporcionaron las experiencias amargas y a la nueva cosmología
que defiendo. Fuera de toda crítica razonable creo que mi sentido crítico es
superior al promedio, aunque, a costas de mi ego, he de admitir que mi
capacidad de ejercer la creatividad es mediocre y muy normal, aunque tengo
esperanzas de que mejore a futuro. Si bien se podría decir que el pensamiento
que esgrimo es único en rasgos peculiares, su mayoría ya fue defendida por
varios expertos antes que yo, es decir, mi pensamiento no es original, sino que
en el mejor de los casos es una amalgama que crítica y toma prestado de las
posiciones filosóficas y científicas que me precedieron. He de decir que estoy
junto a Marx cuando dice “el hombre se hace a sí mismo” debido principalmente a
que la evidencia demuestra eso, la principal muestra es que las revoluciones
sociales de los modos de producción y las relaciones sociales de producción
siempre fueron previas a las revoluciones educativas, no quiero empezar con
toda la defensa de la reciprocidad organismo-ambiente psíquica porque no
estamos para eso, pero para una defensa de ello puede verse “genes, organismo y
ambiente” de Richard Lewontin, un biólogo muy citado en mi blog. El pensamiento
original radical parece ser imposible para cualquier cuya meta final del
pensamiento sea el alcance de la verdad, porque si bien ahora mismo se me
ocurren varios pensamientos originales ninguno de ellos está cerca de una
verdad objetiva, por tanto el pensamiento original intelectualmente honesto no
debe ser radical sino construido en base a cimientos previamente establecidos,
el problema es que dichos cimientos parecen ser de orden sistemático. Como bien
señalaría Engels, el mayor aporte marxista a la antropología fue la ley que
determina que los modos de producción y que las necesidades materiales básicas
de los pensadores determinan el pensamiento de éstos (estadísticamente hablando)
el problema es que eso también se interrelaciona con lo esgrimido por Marx
anteriormente, el hombre se hace a sí mismo y su desarrollo intelectual no
puede ser sostenido únicamente en base a explicaciones sociales sino que
también se lo tiene que tener en cuenta a él mismo, además de sus problemas
biológicos como pueden ser los problemas en la maquinaria cognoscitiva
señalados por Daniel Kahneman o la influencia de la neurobiología de las emociones
en la estructuración de la sociedad señalada por Antornio Damasio problemas biológicos
que se interrelacionan con la sociedad dando lugar a un fenómeno triplemente
complejo y del cual estoy seguro no he explicado ni una primera parte, pero
esto no es materia de esta entrada. La quid de la cuestión aquí es
principalmente resolver la duda de si existe en sí el pensamiento original,
existe en dos formas: la radical y la moderada. La forma radical es regresiva
al conocimiento científico y su defensa sería un dogma cuando no terminaría en
el ingreso a un pabellón psiquiátrico. La moderada se basa en los cimientos
construidos por otros pensadores para formular preguntas y soluciones reales y
plausibles, nótese que aquí la forma de pensamiento más cercano a una búsqueda sincera
de la verdad parece ser cercano a las ciencias, al admitir el orden reformista
de la misma, en lugar de que existan revoluciones del pensamiento existen
reformas del mismo.
Y bueno aquí va otro blog de la reciente seguidilla porque encontré más tiempo por vacaciones, además no tengo internet y todo el tiempo que estoy en la computadora lo gasto escribiendo así que quizás siga con esto, quién sabe.
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