En la crítica al pensamiento freudiano existen muchas
críticas plausibles y válidas, en lo que concierne al desarrollo de los
infantes Lev Vigotsky uno de los principales estudiosos de la psicología infantil
en su estudio acerca de las escuelas psicológicas enfrentadas en torno a la
psicología infantil se remontaba y decía:
“El enfoque naturalista, propio de la psicología de orientación biológica
está representado esta vez por la teoría (aquí Vigotski comete un error metodológico,
el psicoanálisis no es una teoría propiamente dicha sino una doctrina) psicoanalítica
(…) Para una (el psicoanálisis) todo el desarrollo de las funciones psíquicas superiores
no es más que el estudio del instinto sexual, de la metamorfosis de la atracción
erótica, el desarrollo encubierto y sublimado del sexo. (…) Para el psicoanálisis
todo lo cultural en la psicología del individuo es otro aspecto del sexo, una manifestación
indirecta de las atracciones. La revelación de las tendencias biológicas encubiertas,
el descubrimiento del núcleo natural contenido en cada forma cultural de la
conducta, el desciframiento biológico de las formaciones históricas en la
psicología del hombre, la exploración del subsuelo inconsciente de la cultura
individual y social, su reducción a formas arcaicas, originarias y primarias de
la vida psíquica, la traducción de la cultura al lenguaje de la naturaleza, el
descubrimiento del equivalente natural de las funciones psicológico-culturales,
todo esto, tomado en conjunto, constituye el enfoque mismo de el enfoque psicoanalítico
de los problemas de la psicología cultural y lleva al extremo una de las dos
tendencias de la psicología moderna en cuestiones vinculadas a las funciones psíquicas
superiores. El profundo desdén hacia las particularidades específicas de las funciones
psíquicas superiores está asociado, naturalmente, con la orientación central
del análisis, que interpreta en clave biológica toda formación psicológica creada
por la cultura. El ideal máximo de semejante investigación es intentar
presentar una tragedia de Shakespeare, una novela de Dostoievski y un cuadro de
Leonardo Da Vinci desde el punto de vista psicológico, como hechos de la
historia del desarrollo sexual del autor y como sueños sexuales del lector y
del espectador que están cifrados en representación artística. Las formaciones
culturales de la psicología del hmbre son, desde este punto de vista, tan solo síntomas
sexuales terciarizados representados en la psiquis. Si más arriba hemos
caracterizado como enfoque naturalista a la preeminencia general de el punto de
vista biológico en los problemas de la psicología cultural, el punto de vista
psicoanalítico sobre esta cuestión puede ser llamado con toda justicia
ultranaturalista”
Aquí podemos ver que según el punto de vista de la
psicología que estudia el desarrollo histórico-cultural infantil el psicoanálisis
es una doctrina errónea que asume que todo desarrollo cultural es parte de un
desarrollo primario sexual encubierto, esto puede ser demostrado falso desde la
antropología debido a que sabemos que muchas de las ideologías imperantes de
una época en lugar de responder a las necesidades sexuales de sus autores
parecen ir en concordancia con sus necesidades materiales y la historia de las
ideas previas a ellos (además de la capacidad de los seres humanos de hacerse a
sí mismo como ya he mencionado en otro blog) de esta forma podemos deducir que
el sexo no es el motor primario del devenir de la cultura y que, por tanto, no
hay necesidad de aceptar el paradigma de un psicoanalista en el desarrollo
infantil. Además, sabemos que buena parte del desarrollo mental de los infantes
es previo al desarrollo sexual de la pubertad además de que el momento histórico
y cultural logra influenciar en este desarrollo que no es prefijado sino que se
mantiene en una relación reciproca entre el sujeto cognoscente y su ambiente e
inclusive el psicoanálisis olvida el desarrollo neuropsicológico infantil en la
función y capacidad mental de estos por lo que la aparición de funciones
superiores o cualquier manifestación cultural no puede ser reducida al sexo de
la forma ultranaturalista que los psicoanalistas quieren proponer. Por cierto,
a pesar de lo que ciertos interpretes puedan querer leer, Freud se refería al
sexo de forma estrictamente sexual (por más tautológico que esto pueda parecer)
acerca del instinto sexual que una madre generaba en su hijo, cosa
completamente refutada por la neurología, ahora sabemos que un bebe es incapaz
de tener deseo sexual debido a la misma estructura de su cerebro por lo que
buena parte de su teoría acerca del complejo de Edipo no es más que una
mentira.
Freud también llegó a afirmar que las sociedades humanas son
estrictamente determinadas para gozar más de la tiranía y el despotismo que de
sociedades organizadas de forma democrática, Freud en este punto cae en un
chauvinismo cultural importante e incluso toma su propia cultura y época y la
reduce a hechos biológicos innatos, obviamente todo el mundo sabe desde hace
tiempo según las investigaciones en psicología social que los regímenes e
imperios despóticos que aplastan al pueblo suelen generar fuerte malestar
social seguido de estrés y mayores problemas de salud junto con problemas psicológicos
que pueden llegar a la paranoia en el tirano (también se sabe que la relación de
ese estilo entre jefe y empleado acaba con esos resultados), la desigualdad es
un problema para ambos, tanto para el tirano como para los vasallos. Obviamente
esto no se da si hay una serie de condiciones y requisitos previos que puedan
darse y en sociedades complejas estos sucesos de tiranía son muy comunes, aun así,
los problemas psicológicos y relacionados con la salud suscitados en sociedades
de ese estilo creo que quedan lejos de la discusión. Fuera de eso cualquiera
que haya estudiado acerca de culturas primitivas sabe que los cazadores
recolectores no tenían cabecillas fijados con palabras eternas, sino que el
mayor poder que podía ostentar el mejor cazador de la tribu era el de hombre
venerable pero no el de hombre con poder absoluto ni mucho menos, los antropólogos
han estudiado estas sociedades y han visto que los líderes y los mejores
cazadores se ven incapaces de ejercer la coacción física en perjuicio de sus compañeros
por lo que usualmente se ven obligados a usar la retórica y en el peor de los
casos deben llorar y suplicar porque la tribu reflexione sobre lo que ha hecho
y no siempre son necesariamente escuchados y hasta puede prescindirse
totalmente de sus méritos en la caza. Además de ello tenemos la buena parte de
sociedades democráticas actuales que no necesariamente presentan problemas de
orden psicológico por el mero hecho per se de ser democráticas por lo que la
evidencia concerniente no favorece la tesis de Freud, de hecho, la psicología social
relativa a las desigualdades en sociedades injustas y tiránicas pone varias
excusas plausibles al hecho de que nos gusta que nos sometan.
Freud también propuso una explicación al trastorno del
autismo en la teoría psicoanalítica explicando que el autismo era generado por
madres demasiado frías a lo que se le apodó en jerga “madres nevera”, además no
propuso una definición del espectro autista ni siquiera tan precisa como la que
tenemos actualmente lo que dio posibilidades a falsos diagnósticos. Cualquiera
que haya leído de neuropsicología debería saber el correlato biológico y neurológico
del trastorno además de las definiciones cada vez más rigurosas, no tienen nada
que ver con el estilo de crianza.
Hay otro problema con la psicología freudiana que viene del
problema de considerar a nuestra especie como explícitamente violenta y malvada
que va a la guerra con la boca chorreando sangre por la psicología y biología intrínseca
de nuestros… No se ofrece mecanismo explicativo de la maldad intrínseca proveniente
de los genes, además no existen medidas psicométricas válidas para el estudio
de la cuantía de la agresividad, lo que sí se puede decir es que en el amanecer
de la humanidad, en el paleolítico, no existen registros arqueológicos de guerras
además de que los registros antropológicos demuestran que la guerra, en lugar
de ser un fenómeno común en sociedades cazadoras-recolectoras, parecen ser
hechos aislados en este tipo de culturas, se explica que la guerra apareció en
la medida que nosotros conocemos en la llegada de la agricultura cuando las
sociedades debían asentarse y proteger sus asentamientos beneficiosos de manos
de otras poblaciones sin asentamientos en una lucha por recursos escasos entre
varios grupos, además cualquiera que estudie introspectivamente a los soldados
de una guerra sabrá que muchos de estos no la ven como un patio de juegos (solo
un 20% de los soldados disparó a un enemigo sin necesidad de recibir órdenes, incluso
los ejércitos se ven obligados a utilizar tácticas psicológicas estrictas para
hacerles olvidar que se está luchando contra seres humanos utilizando tácticas de
asesinato indirecto como las bombas, o muchas otras estrategias) y que estas
conductas en humanos no específicamente entrenados para dejar atrás sus
capacidades empáticas y que no están en un marco social que los presione
activamente para ello serían incapaces de no presentar empatía. Fuera de todo,
la guerra no ha sido un fenómeno universal en todas las culturas del hombre y
los “realistas” parecen ignorar completamente esto, un estudio de un antropólogo
freudiano “La ilusión de la naturaleza humana de la civilización occidental” demostraba
como en las diversas culturas el egoísmo no ha sido patente e incluso
actividades como la caza eran vistas de formas afables más que condiciones
guerreras intrínsecas, obviamente la agresividad y la violencia (aunque ésta última
en mucha menor medida en algunas que en otras al punto de no aparecer con
frecuencia) parece haber existido en muchas culturas no resultan explicativas
de los procesos de la guerra como si lo hace la definición de “dos o más grupos
peleando por recursos escasos”, no existen evidencias de una biología o psicología
de la guerra como Freud y los “realistas” nos quieren hacer parecer, el
desarrollo de la guerra es parte del desarrollo histórico-cultural del hombre,
si se enseñan en escuelas de la paz el hombre podrá ser más bueno y pacífico mientras
que si se enseñan en escuelas de la guerra el hombre será malo y guerrillero,
nos regiremos por la máxima que muestra la evidencia empírica: No existen genes
del bien ni del mal así como tampoco genes de la guerra ni de la paz, todas
estas condiciones dependen del ambiente del desarrollo del hombre así como del
hombre en sí mismo aunque no estrictamente de su biología heredada.
Otro de los errores del psicoanálisis es su definición del
inconsciente la cual no corresponde a un correlato neurológico pertinente por lo
que también carece de una definición neurológica de consciencia, esto hace que
el psicoanálisis divague y se divida en pequeñas sectas de interpretaciones
cada vez más arbitrarias basadas en prueba alguna, esto no solo pasa con esa definición
del psicoanálisis sino que toda la obra freudiana parece merecer más
interpretaciones plausibles que una obra literaria, quizás se deba al carácter intrínseco
de dicha teoría.
Una de las características más rancias de esta teoría es la hipótesis
de que los chicos son psicológicamente distintos de las mujeres principalmente
por su hipótesis de la envidia del pene que fue retomada por Judith Butler y
cambiada por la envidia del útero (basada en tanta evidencia como la primera)
de en serio esta hipótesis es tan ridícula y roza tanto la ideología más
derechista posible que sorprende que tantos pseudointelectuales de izquierda defiendan
el psicoanálisis freudiano… Es literalmente un insulto gratuito a las mujeres
basado en ninguna evidencia, solo porque Freud se levantó misógino un día o una
rayita de cocaína le hizo pegar alto viaje, no sé… Ustedes juzguen.
Un problema añadido es que las investigaciones clínicas acerca
de la efectividad del psicoanálisis más allá del efecto placebo no existen,
inclusive un psicoanalista Meehl descubrió que resultaba mejor la utilización de
algoritmos prefijados que el estudio clínico de los analistas, los estudios
realizados por Eysenck demuestran que la efectividad del psicoanálisis suele
ser menor que la efectividad de la remisión espontanea por lo que no se puede
afirmar que sirva efectivamente de algo.
Otro de los problemas existentes de la misma teoría freudiana es la utilización de hipótesis ad hoc mala fide y la utilización de la represión como cajón de sastre a todas las falsaciones posibles respecto de las predicciones realizadas por la doctrina, además de la incapacidad de predecir ningún hecho lo único que no permite que buena parte de la doctrina se mantenga en pie es el hecho de que son infalsables e incognoscibles. Se podrá ver que utilizo "doctrina" en lugar de "teoría" para referirme a el psicoanálisis, esto se debe a que el psicoanálisis freudiano no posee una teoría como tal debido a que no posee un sistema hipotético-deductivo axiomatizado que permita conocer que parte de la teoría A puede ser confirmada o rechazada mediante el experimento, hecho u observación B.Además de todo el psicoanálisis afirma que existe una significación plausible de todos nuestros sueños, esto no es más que un mito de la psicología popular, según los más recientes avances en neurología se sabe que el sueño plausiblemente sea un proceso de memorización que permita al cerebro recordar y almacenar lo extraído durante el día y que el sueño sea un proceso aleatorio derivado, la neurología nos demuestra que los sueños no son parte de un proceso de revelación de necesidades del inconsciente sino que un proceso aleatorio sin significado (Acá les dejo una página para verlo más a fondo)
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