jueves, 17 de enero de 2019

La lucha del hombre libre

Contra Nietzsche

Nietzsche es cuanto menos un filósofo curioso, no por su buena capacidad de escritura debido a que cualquier persona podría haber hecho su trabajo sin el mayor esfuerzo, no dedica tiempo ni esfuerzo alguno el plantear una filosofía irracionalista que ataca a la ciencia, la razón, la democracia, las mujeres y la moral (quizás sí haya que darle crédito por hacerle colar esto a los posmodernos como de izquierda) pero especialmente es interesante por lo que significó para el mundo moderno, su influencia filosófica y sociológica en la segunda guerra mundial en el pensamiento nazi y por cómo tanto movimientos de la derecha más rancia han reivindicado su figura como así los movimientos de izquierda actuales, en concordancia con las facultades de filosofía (o debería llamarlas “fobosofías” debido a su abierto temor al conocimiento, sobre todo al académico lógico formal, matemático, científico y ético), en definitiva un personaje bastante pintoresco que vale la pena retratar en su pensamiento filosófico, él afirmó categóricamente su enunciado “Dios ha muerto” quizás un poco temprano para su época, pero yo hoy voy a empezar con la frase “Nietzsche debería morir, nosotros debemos matarlo”.
Nietzsche tiene una fuerte influencia filosófica en el nazismo, mucho se ha dicho de la supuesta malinterpretación de Hitler debido a creer que era para el hombre ario el concepto del superhombre, de hecho, esta fue una buena interpretación teniendo en cuenta el contexto histórico de Hitler. El superhombre es cualquier hombre con un sistema ético propio e inmoral al que no le importe la moral católica, aunque obviamente tampoco le puede gustar la moral y ética de la ilustración porque a Nietzsche no le iba eso por más que no puedan existir dos cosas más alejadas de entre sí que esas dos vertientes de filosofías morales, pero a Nietzsche no se le puede otorgar un papel de sociólogo filósofo por lo que no pudo ni siquiera analizar eso. Este superhombre era el sueño de un hombrecito gris y fracasado con las mujeres, cuya única interacción con estas fue a través de lazos de parentesco o con mediación del dinero, que afirmaba el castigo hacia ellas, el usarlas como juguetes y desecharlas por el hombre guerrero, Nietzsche es el típico ejemplo de hombre misógino e iletrado que atacaba gratuitamente al sexo femenino al punto en que actualmente se lo considera una caricatura de su propia época, obviamente en un tiempo donde las mujeres eran tratadas como escoria un tipo fracasado y rechazado por ellas como Nietzsche tendría opiniones que rozaran la auto-parodia debido al miedo y al dolor (todo un superhombre), este Übersmench no es más que la máscara de lobo en la cara de un niño asustado y toda la filosofía ética de Nietzsche puede ser considerada como la “ética del odio de los fracasados” debido a que ningún hombre occidental que haya tenido una vida sana podría afirmar las barbaridades de este hombre, especialmente si tiene más de dieciocho años e incluso para su época donde John Stuart Mill publicaba “La esclavitud de la mujer" (1869) y "Sobre la libertad" (1859) mientras que "genealogía de la moral" fue escrito en 1887 y "Así habló Zaratustra" en 1885 (de ambos salieron buena parte de las citas) por lo que no se puede achacar este odio irracional de Nietzsche a un conflicto de su tiempo sin tener en cuenta al propio hombrecito. 
En Nietzsche se puede entrever los vestigios del nazismo en su defensa del militarismo
“La guerra y la valentía han hecho más cosas grandes que el amor al prójimo” esta es una filosofía abiertamente militarista, además de estúpida frente a los abordajes socio-históricos que se han hecho, Alberdi en “el crimen de la guerra” demuestra que la guerra no es más que el crimen no punido hacia pueblos extranjeros, la guerra no ha hecho nada grande más que infantilizar a la humanidad al no entender que seguir explotando diferencias étnico raciales entre sí es mucho menos beneficioso (o sea, menos grande) que la ayuda mutua en pos de resolver los conflictos globales que afectan a la humanidad como los problemas económicos generales, la pobreza y el calentamiento global, es propio de los más imbéciles el creer en la separación radical y artificial de los pueblos basados vagamente en mínimas diferencias históricas o fenotípicas así como también propio de los más fracasados de los ilustrados el apoyar esto por mero resentimiento y coraje ante los grandes avances de la sociedad occidental hacia la etapa adulta de la humanidad.
Otra de las frases de Nietzsche es “Quiero que el hombre sea buen guerrero y la mujer buena parturienta” esto es algo que hasta el mismo Doomentio defiende sin saber su raíz filosófica, una vez más se demuestra lo sencillo que es hacer una filosofía del burdo nivel de este tipo, para el caso ninguna mujer está obligada a tener hijos por ninguna ley en donde se respeten las libertades individuales y las vidas de las personas (curioso que un supuesto “vitalista” se cague tanto en la capacidad de vivir para las personas ajenas tanto en estilo de vida como en el mero hecho de respirar como muestra su defensa de la guerra) y su defensa a la guerra y el militarismo ya fue criticada antes.
 “Me complace el desarrollo militar de Europa (…) los tiempos de tranquilidad y modorra china (…) han pasado. La destreza viril personal, la aptitud del cuerpo recupera otra vez su valor, las valoraciones (…) más siendo más físicas (…) en cada uno de nosotros se va afirmando el bárbaro y el animal feroz." Aquí Nietzsche nos regala otra joyita, primero que nada, la paz de Europa fue dada por movimientos ilustrados que nacieron en el mismo seno europeo como consecuencia de filósofos racionalistas y de la filosofía ocupada en la libertad individual de Epicuro, cualquiera que conozca de las filosofías orientales se daría cuenta de que estas a pesar de no ser tan belicistas sí que han tenido sus momentos y específicamente la paz de Europa no era debido a ellas según los análisis del sociólogo filosofo Juan José Sebreli. Ahora las ganas de Nietzsche en volvernos a todos animales estúpidos denotan un serio complejo de Diógenes o como mínimo alguna inestabilidad psíquica evidente, no consideramos en este blog que ningún hombre en su sano juicio en la época donde se encontraba este romanticista que odiaba a los románticos hubiera afirmado algo así, bueno, quizás se debió al retorno al militarismo y a el nacionalismo total de la época de Nietzsche lo que lo orilló a todo esto.
“Los débiles y defectuosos deben perecer: primer principio de nuestra caridad”  Aquí tenemos el principio eugenista enunciado, misma línea que el nazismo, ahora cualquier hombre ilustrado en biología sabe que la eugenesia es parcialmente inútil en la mayoría de los casos (de ejemplos ya hemos dado los dados por Falconer donde para que la eugenesia a los albinos fuera puesta en práctica tardaría más de tres milenios en ser efectiva) por lo que la hipótesis de Nietzsche es un tanto inútil además de aberrante para cualquier occidental digno de serlo.
“Pretender de la fuerza que no se manifieste como fuerza, que no sea voluntad de dominar, de abatir, y de avasallar, sed de enemigos, de resistencia y de triunfos, es exactamente tan absurdo como querer que la debilidad se manifieste como fuerza” Nietzsche como el hombrecito pequeño que era nunca pudo comprender que la fuerza no era el homicidio ni la guerra, que la verdadera fuerza era dominar las pasiones y miedos irracionalistas que atan al odio a los seres humanos y que los lleva a luchar inútilmente entre sí, la verdadera fuerza es la que ha movido a occidente a través de la ilustración, la fuerza para hacer frente a los problemas médicos generales de todos los seres humanos, la fuerza de utilizar conocimientos científicos para manejar el estado además de la ayuda de la democracia, la verdadera fuerza se encuentra en la fraternidad de los hombres libres cuya alianza genera una paz y bienestar aún mayores de lo que podrían lograr individualmente, la verdadera fuerza está en el científico que lucha por mejorar la humanidad y el político honesto que ayuda a sus ciudadanos en lugar de destruirlos con su poder, la verdadera fuerza está en la capacidad de limitar las pasiones e instintos que nos llevaron a la pelea con otros grupos para comprender a los mismos y comprender que somos todos humanos y que nuestro poder de mejorar juntos en fraternidad es siempre superior al de nosotros matándonos. He ahí la fuerza verdadera.
Por lastima los enemigos de este sueño aparecen como fantasmas errantes de un pasado con valores distintos en mentes modernas que añoran la vuelta a la guerra, a la muerte, a la infancia de nuestra sociedad, mentes retrogradas y enfermas que no tuvieron una educación de verdad en su niñez plausiblemente, el deber de todo intelectual de buena conciencia es, por antonomasia, la lucha contra esta irracionalidad y la búsqueda del sueño moderno de libertad, igualdad y fraternidad. Es la lucha del hombre libre y es deber de mis lectores elegir el bando en el que quieran estar, hay muchos así que escojan sabiamente.

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