Contra Nietzsche
Nietzsche es cuanto menos un filósofo curioso, no por su
buena capacidad de escritura debido a que cualquier persona podría haber hecho
su trabajo sin el mayor esfuerzo, no dedica tiempo ni esfuerzo alguno el
plantear una filosofía irracionalista que ataca a la ciencia, la razón, la
democracia, las mujeres y la moral (quizás sí haya que darle crédito por
hacerle colar esto a los posmodernos como de izquierda) pero especialmente es
interesante por lo que significó para el mundo moderno, su influencia filosófica
y sociológica en la segunda guerra mundial en el pensamiento nazi y por cómo
tanto movimientos de la derecha más rancia han reivindicado su figura como así
los movimientos de izquierda actuales, en concordancia con las facultades de filosofía
(o debería llamarlas “fobosofías” debido a su abierto temor al conocimiento,
sobre todo al académico lógico formal, matemático, científico y ético), en
definitiva un personaje bastante pintoresco que vale la pena retratar en su
pensamiento filosófico, él afirmó categóricamente su enunciado “Dios ha muerto”
quizás un poco temprano para su época, pero yo hoy voy a empezar con la frase “Nietzsche
debería morir, nosotros debemos matarlo”.
Nietzsche tiene una fuerte influencia filosófica en el
nazismo, mucho se ha dicho de la supuesta malinterpretación de Hitler debido a
creer que era para el hombre ario el concepto del superhombre, de hecho, esta
fue una buena interpretación teniendo en cuenta el contexto histórico de
Hitler. El superhombre es cualquier hombre con un sistema ético propio e
inmoral al que no le importe la moral católica, aunque obviamente tampoco le
puede gustar la moral y ética de la ilustración porque a Nietzsche no le iba
eso por más que no puedan existir dos cosas más alejadas de entre sí que esas
dos vertientes de filosofías morales, pero a Nietzsche no se le puede otorgar
un papel de sociólogo filósofo por lo que no pudo ni siquiera analizar eso.
Este superhombre era el sueño de un hombrecito gris y fracasado con las
mujeres, cuya única interacción con estas fue a través de lazos de parentesco o
con mediación del dinero, que afirmaba el castigo hacia ellas, el usarlas como
juguetes y desecharlas por el hombre guerrero, Nietzsche es el típico ejemplo
de hombre misógino e iletrado que atacaba gratuitamente al sexo femenino al
punto en que actualmente se lo considera una caricatura de su propia época,
obviamente en un tiempo donde las mujeres eran tratadas como escoria un tipo
fracasado y rechazado por ellas como Nietzsche tendría opiniones que rozaran la
auto-parodia debido al miedo y al dolor (todo un superhombre), este Übersmench no es más que la máscara de lobo en la cara de un niño asustado y toda la filosofía
ética de Nietzsche puede ser considerada como la “ética del odio de los
fracasados” debido a que ningún hombre occidental que haya tenido una vida sana
podría afirmar las barbaridades de este hombre, especialmente si tiene más de
dieciocho años e incluso para su época donde John Stuart Mill publicaba “La esclavitud de la mujer" (1869) y "Sobre la libertad" (1859) mientras que "genealogía de la moral" fue escrito en 1887 y "Así habló Zaratustra" en 1885 (de ambos salieron buena parte de las citas) por lo que no se puede achacar este odio irracional de Nietzsche a un conflicto de su tiempo sin tener en cuenta al propio hombrecito.
En Nietzsche se puede entrever los vestigios del nazismo en
su defensa del militarismo
“La guerra y la valentía han hecho más cosas grandes que el amor al
prójimo” esta es una filosofía abiertamente militarista, además de estúpida
frente a los abordajes socio-históricos que se han hecho, Alberdi en “el crimen
de la guerra” demuestra que la guerra no es más que el crimen no punido hacia
pueblos extranjeros, la guerra no ha hecho nada grande más que infantilizar a
la humanidad al no entender que seguir explotando diferencias étnico raciales
entre sí es mucho menos beneficioso (o sea, menos grande) que la ayuda mutua en
pos de resolver los conflictos globales que afectan a la humanidad como los
problemas económicos generales, la pobreza y el calentamiento global, es propio
de los más imbéciles el creer en la separación radical y artificial de los
pueblos basados vagamente en mínimas diferencias históricas o fenotípicas así
como también propio de los más fracasados de los ilustrados el apoyar esto por
mero resentimiento y coraje ante los grandes avances de la sociedad occidental
hacia la etapa adulta de la humanidad.
Otra de las frases de Nietzsche es “Quiero que el hombre sea buen
guerrero y la mujer buena parturienta” esto es algo que hasta el mismo
Doomentio defiende sin saber su raíz filosófica, una vez más se demuestra lo
sencillo que es hacer una filosofía del burdo nivel de este tipo, para el caso
ninguna mujer está obligada a tener hijos por ninguna ley en donde se respeten
las libertades individuales y las vidas de las personas (curioso que un
supuesto “vitalista” se cague tanto en la capacidad de vivir para las personas
ajenas tanto en estilo de vida como en el mero hecho de respirar como muestra
su defensa de la guerra) y su defensa a la guerra y el militarismo ya fue
criticada antes.
“Me complace el desarrollo
militar de Europa (…) los tiempos de tranquilidad y modorra china (…) han
pasado. La destreza viril personal, la aptitud del cuerpo recupera otra vez su
valor, las valoraciones (…) más siendo más físicas (…) en cada uno de nosotros
se va afirmando el bárbaro y el animal feroz." Aquí Nietzsche nos
regala otra joyita, primero que nada, la paz de Europa fue dada por movimientos
ilustrados que nacieron en el mismo seno europeo como consecuencia de filósofos
racionalistas y de la filosofía ocupada en la libertad individual de Epicuro,
cualquiera que conozca de las filosofías orientales se daría cuenta de que
estas a pesar de no ser tan belicistas sí que han tenido sus momentos y específicamente
la paz de Europa no era debido a ellas según los análisis del sociólogo filosofo
Juan José Sebreli. Ahora las ganas de Nietzsche en volvernos a todos animales
estúpidos denotan un serio complejo de Diógenes o como mínimo alguna
inestabilidad psíquica evidente, no consideramos en este blog que ningún hombre
en su sano juicio en la época donde se encontraba este romanticista que odiaba
a los románticos hubiera afirmado algo así, bueno, quizás se debió al retorno
al militarismo y a el nacionalismo total de la época de Nietzsche lo que lo
orilló a todo esto.
“Los débiles y defectuosos deben perecer: primer principio de nuestra caridad”
Aquí tenemos el principio eugenista enunciado, misma línea que el nazismo,
ahora cualquier hombre ilustrado en biología sabe que la eugenesia es
parcialmente inútil en la mayoría de los casos (de ejemplos ya hemos dado los
dados por Falconer donde para que la eugenesia a los albinos fuera puesta en práctica
tardaría más de tres milenios en ser efectiva) por lo que la hipótesis de
Nietzsche es un tanto inútil además de aberrante para cualquier occidental
digno de serlo.
“Pretender de la fuerza que no se manifieste como fuerza, que no sea
voluntad de dominar, de abatir, y de avasallar, sed de enemigos, de resistencia
y de triunfos, es exactamente tan absurdo como querer que la debilidad se
manifieste como fuerza” Nietzsche como el hombrecito pequeño que era
nunca pudo comprender que la fuerza no era el homicidio ni la guerra, que la
verdadera fuerza era dominar las pasiones y miedos irracionalistas que atan al odio a
los seres humanos y que los lleva a luchar inútilmente entre sí, la verdadera
fuerza es la que ha movido a occidente a través de la ilustración, la fuerza
para hacer frente a los problemas médicos generales de todos los seres humanos,
la fuerza de utilizar conocimientos científicos para manejar el estado además de la ayuda de la democracia, la
verdadera fuerza se encuentra en la fraternidad de los hombres libres cuya
alianza genera una paz y bienestar aún mayores de lo que podrían lograr
individualmente, la verdadera fuerza está en el científico que lucha por
mejorar la humanidad y el político honesto que ayuda a sus ciudadanos en lugar
de destruirlos con su poder, la verdadera fuerza está en la capacidad de limitar
las pasiones e instintos que nos llevaron a la pelea con otros grupos para
comprender a los mismos y comprender que somos todos humanos y que nuestro
poder de mejorar juntos en fraternidad es siempre superior al de nosotros matándonos.
He ahí la fuerza verdadera.
Por lastima los enemigos de este sueño aparecen como fantasmas
errantes de un pasado con valores distintos en mentes modernas que añoran la
vuelta a la guerra, a la muerte, a la infancia de nuestra sociedad, mentes
retrogradas y enfermas que no tuvieron una educación de verdad en su niñez
plausiblemente, el deber de todo intelectual de buena conciencia es, por
antonomasia, la lucha contra esta irracionalidad y la búsqueda del sueño
moderno de libertad, igualdad y fraternidad. Es la lucha del hombre libre y es
deber de mis lectores elegir el bando en el que quieran estar, hay muchos así
que escojan sabiamente.
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